La respuesta que la vida me ha dado es que puedes llegar desearla tanto que lloras por no poder hablar con ella aunque sean 2 minutos.
Desearla con demasiado deseo que quererla tanto llegue a doler.
Yo le pongo un grado más, si enamorada, eso lo he estado muchas veces, pero nunca he deseado a nadie tanto, como lo deseo ahora.
Cada instante con él es único e irrepetible.
Cada palabra que dice se me guarda en la memoria como un pequeño tesoro, del que nunca me desprenderé.
Muchas personas me dicen: pero vamos a ver, si te saca unos 30 años, yo les respondo: y qué pasa por ello, Machado bien que se casó con una niña a la que le sacaba unos 20 años, y nadie puso ninguna pega.
Se supone que estamos en el Siglo XXI, no tiene que haber esas barreras que hay.
Pero como aquí la que decide con quién estar o no soy yo, ya que los demás no van a vivir mi vida por mí, me quedo con él, por todos esos momentos de felicidad que me regala día a día :)